Saturday, June 21, 2008

Dos Rosas

Si pudiera llorar, lo haría, pero hace muchos días que las lágrimas dejaron de visitar mi rostro.

Hoy es uno de esos días donde El Sentido escoge perderse por las esquinas de mi habitación. Trato de encontrarlo con la mirada, de tocarlo, o tan solo de olerlo; pero ha decidido alejarse celosamente de mi. Tal vez yo lo espanté sin darme cuenta. Tal vez entre tantos días sin horas y noches sin sueños, le hice saber que no lo necesitábamos más por aquí. Claramente, el mensaje no fue el adecuado ya que hoy nos hace más falta que nunca. Tal vez si miro bien bajo la ropa que descansa en la alfombra de mi cuarto lo encuentre. Aunque esa ropa lleva ya muchos días ahí, no me he dignado a levantarla, y ahora que lo pienso, su camino al closet fue interrumpido más o menos por aquellos días donde empecé a perder a El Sentido. Cuando pierdo las ganas por algo aún no descubro como evitar el contagio directo del virus a todo el resto de mi cuerpo. Y mi ropa no llega a la lavadora, mis platos conocen la comida por muchos días. Mis horas pasan lentamente, sin saber adonde se van los minutos. Y de pronto llega esa mañana de abril oscura; abril dónde lo que más deseas es ver al sol y el hijo de puta se sigue escapando de ti. Te levantas con la alarma del celular que te acompaña hace tantos días, caminas entre sueños al baño al final del pasillo, y colisionas directamente contra tu realidad, sin cinturón de seguridad ni bolsa de aire que te proteja. Entonces te preguntas cuando fue que ocurrió la metamorfosis. No eres una cucaracha – por suerte tuviste un mejor destino que Gregorio Samsa – pero ya no sabes si eres tú. Cómo fue que se endureció tu alma tan repentinamente. Cómo pasaste de ser una niña dulce y enamorada a convertirte en una mujer, fuerte y tal vez incluso solitaria. Siempre fuimos la misma; esa esencia de ser sensible nunca nos dejará ir. Pero del mismo tallo crecieron dos rosas, una pequeña y una grande, una con miedo y una valiente, una que quiere sentirse amada siempre y una que ha aprendido a temerle al amor. Dos rosas de distintos colores, de olores que nos recuerdan a lo mismo pero sabemos son diferentes. Dos rosas solas en este mundo. La pequeña es mi pasado y las más grande es mi futuro. Cuál soy yo hoy en día, es todavía parte del misterio.



Londres, abril de 2007

No comments: